“Economía Colaborativa, Economía Compartida, Economía de Acceso”.

Hugo Cespedes
12 min readMar 17, 2021

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(Área: Colaboración, Economías Colaborativas)

(Material de Lectura “Curso Introductorio: Introducción a la Colaboración” & “Curso Avanzado: Colaboración: Modelos de Negocios Colaborativos y Estrategia, Hugo Céspedes A.)

Antes de entrar de lleno a Modelos de Negocios COLABORATIVOS, es necesario primero aclarar los conceptos de Economía Compartida, Economía Colaborativa y Economía de Acceso.

Las “Economías Compartidas” al parecer no se tratan de “Compartir” totalmente. La “Economía Compartida” ha sido ampliamente aclamada como importante sector de crecimiento, por fuentes que van desde Fortune hasta el ex presidente Barak Obama. Ha generado disrupción en industrias maduras, tales como hostelería y automotriz al propiciar a los consumidores un acceso conveniente y rentable a los recursos sin las cargas financieras, emocionales o sociales de la propiedad. Pero la “Economía Compartida” no es realmente una economía compartida en absoluto; es una “Economía de Acceso”. Por otra parte, las “Economías Colaborativas” dicen relación con el hecho de que Internet y las nuevas tecnologías ha impulsado modelos de consumo alternativo en los últimos años. La relación entre quien ofrece un producto y quién tiene una necesidad concreta está cambiando de manera significativa. Uno de los modelos que más adeptos gana día tras día es la “Economía Colaborativa”, la cual se basa en prestar, alquilar, comprar o vender productos en función de necesidades específicas y no tanto en beneficios económicos. De hecho, en este sistema es posible que el dinero no sea el único valor de cambio para las transacciones.

¿Qué relación y diferencias podrían tener ambos tipos de conceptos y cómo podrían beneficiar a la Colaboración?

Giana M. Eckhardt y Fleura Bardhi sostienen que “Compartir” es una forma de intercambio social que tiene lugar entre personas conocidas entre sí, sin ningún beneficio. Compartir es una práctica establecida, y domina aspectos particulares de nuestra vida, como dentro de la familia. Al compartir y consumir colectivamente el espacio doméstico del hogar, los miembros de la familia establecen una identidad comunal. Cuando el “compartir” está mediado por el mercado, cuando una empresa es un intermediario entre consumidores que no se conocen entre sí, ya no está compartiendo (acá entonces “La Economía del Compartir, No se trata en absoluto de Compartir”). En tal instancia, investigaciones de Eckhardt y Bardhi, han demostrado que por ejemplo en Zipcar sucede esta situación. Cuando los consumidores utilizan el servicio de coche compartido líder en el mundo, no sienten ninguna de las obligaciones recíprocas que surgen al compartir entre sí. Experimentan Zipcar de la forma anónima que uno experimenta un hotel; saben que otros han usado los coches, pero no tienen ningún deseo de interactuar con ellos. No ven a otros Zipsters como co-partícipes de los coches, sino que desconfían de ellos, y confían en la compañía que vigila el sistema de intercambio para que sea más equitativo para todos (se trata más de una “Economía de Acceso” más que de una “Economía Compartida”). Más bien, los consumidores pagan para acceder a los bienes o servicios de otra persona durante un período determinado de tiempo. Es un “intercambio económico”, y los consumidores buscan un valor utilitario, más que social (es decir,implica que los consumidores están más interesados en costos y conveniencia más bajos que en fomentar las relaciones sociales con la empresa u otros consumidores). Por ejemplo, lo vemos en el caso de Uber en el mercado de viajes en coche a corto plazo. Uber se posiciona directamente en torno a su precio, fiabilidad y conveniencia. Esto está encapsulado en su lema: “Mejor, más rápido más barato que un taxi”. En comparación, Lyft, que ofrece un servicio casi idéntico, se posiciona como amigable (“Somos tu amigo con un coche”) y con una comunidad (“saluda a tu conductor como tu amigo”). Lyft no ha visto casi la misma cantidad de crecimiento que Uber, y una razón que contribuye es porque han puesto demasiado énfasis en el deseo de los consumidores de “compartir” entre sí.

Por otra parte, Jorge Irigaray García de la Sierra sostiene que en la “Economía Colaborativa”, por ejemplo, una persona que pueda ofrecer alojamiento a otra durante unos días, puede intercambiar este servicio por unas clases de inglés o francés. Como su propio nombre lo indica, se trata de un modelo centrado en la colaboración y la ayuda mutua. Actualmente, casi todos los sectores de la economía cuentan con negocios colaborativos. Pese a que la irrupción fue en el año 2010, aún es temprano para decir si este sistema tendrá un alcance global o solo parcial.

¿Colaborar y Compartir tienen algún alcance en común?

El concepto de “Colaborar” se refiere al proceso donde dos o más personas u organizaciones trabajan juntas para completar una tarea o alcanzar una meta. La COLABORACIÓN es similar a la COOPERACIÓN. La mayor parte de la COLABORACIÓN requiere liderazgo, aunque la forma de liderazgo puede ser social dentro de un grupo descentralizado e igualitario. Los equipos que trabajan en COLABORACIÓN a menudo acceden a mayores recursos, conocimiento y recompensas cuando se enfrentan a la competencia por recursos finitos. La COLABORACIÓN es un aspecto intrínseco de la sociedad humana, y particularmente se aplica a diversos contextos, como la ciencia, el arte, la educación y los negocios; siempre relacionado con términos similares, como la COOPERACIÓN y la COORDINACIÓN. En términos tecnológicos, el término “COLABORACIÓN” se utiliza en el sentido de incrementar la productividad y el trabajo en equipo utilizando tecnologías de información. Por su parte, la COLABORACIÓN VIRTUAL se refiere a la forma en la cual personas que están separadas pueden COLABORAR en un solo proyecto, en vez de tener que estar físicamente en el mismo lugar. Igual se toma en cuenta el hecho de que la tecnología es una base muy importante y que sin esto la COLABORACIÓN VIRTUAL no existiría. De igual forma, se refiere a una transformación que impacta en los espacios de trabajo, en el uso de herramientas digitales y en la forma de gestionar las relaciones profesionales, y que trasciende también en los valores y la ética de las compañías. El tiempo que pasamos COLABORANDO ha aumentado vertiginosamente en las últimas décadas. Pasamos más de dos terceras partes de nuestro tiempo en el trabajo llevando a cabo reuniones, llamadas y respondiendo correos electrónicos. No obstante, muchos lugares de trabajo “modernos” no cuentan todavía con herramientas que permitan una COLABORACIÓN eficiente, eficaz y agradable, algo que influye enormemente en el desempeño de los empleados, colaboradores y en los resultados de toda la organización/comunidad. La falta de flexibilidad y un ambiente laboral que no fomenta el trabajo COLABORATIVO son dos de los motivos más comunes por los que las personas abandonan sus empleos. Por eso, la COLABORACIÓN en el mundo digital es un aspecto clave para la retención del talento. Esta nueva generación de trabajadores que solo demanda algo a lo que ya está acostumbrada: LIBERTAD y la posibilidad de acceder desde cualquier dispositivo y en cualquier momento. Por eso, las organizaciones han comenzado a flexibilizar los horarios y los espacios de trabajo, así como las plataformas de comunicación con el objetivo de conseguir una fuerza de trabajo conectada y digital.

Por otra parte, el concepto de COMPARTIR se refiere a la acción solidaria hacia otras personas. El hecho de COMPARTIR hace referencia a dar a otra persona en común un recurso o un espacio. En sentido estricto, hace referencia al disfrute simultáneo o uso alternativo de un bien finito, como un monte público o una residencia. En un sentido más amplio, COMPARTIR hace referencia a la concesión gratuita de un uso que es susceptible de ser tratado como un bien “sin rival” por no ser tangible, como es la información. Más ampliamente, puede hacer referencia al concepto de DONAR el objeto compartido, el cual no vuelve a la persona que lo pone en circulación. COMPARTIR juega un rol muy importante en LA ECONOMÍA DE DONAR, pero también en la ECONOMÍA DE MERCADO, ejemplo de ello es el hecho de compartir vehículo en desplazamientos cortos y viajes. En el área de la Computación, COMPARTIR es la figura central en el desarrollo del SOFTWARE LIBRE y el CÓDIGO ABIERTO, con implicaciones económicas claras. Ello contribuye a la necesidad de revisar las definiciones de licencia, patente, propiedad intelectual y copyright, así como cuando un equipo destina espacios para recursos, asume funciones de servicios. En el contexto histórico, las COMUNIDADES HUMANAS han COMPARTIDO desde el principio de los tiempos los recursos, como forma de SUPERVIVENCIA. Respecto a COMPARTIR EN EL MERCADO, el COMPARTIR en sentido económico libera el concepto de PROPIEDAD del concepto de BIEN. El COMPARTIR un producto puede reducir la demanda del mismo reduciendo el número de personas que quieren adquirirlo. El COMPARTIR es considerado una ayuda económica y ambiental a través de prácticas como el Carpooling. Algunos hombres de negocios piensan que sea una amenaza por una reducida ganancia. Esto ha llevado a leyes como Copyright para bloquear el COMPARTIR. Es difícil, sino imposible, valorar el efecto en la ganancia porque se basa en asumir algunos axiomas sobre el comportamiento y sobre las elecciones de diferentes individuos, partidos entre el aumento de salidas debidas a la publicidad que resulta del empleo del producto de un amigo y el efecto de las ventas fallidas debidas al uso mismo. En el actual debate filosófico, el tema de COMPARTIR está estrechamente entrelazado con los temas de las problemáticas económicas y sociales. La crisis económica que se acentuó a partir de 2008, ha favorecido el debate de filósofos y sociólogos sobre los temas de COMPARTIR Y LA SOLIDARIDAD, considerados como posibles soluciones para resolver muchos de los problemas del mundo moderno y liberar la buena voluntad de los hombres. Sustituyéndose a la competencia, a la avidez y al egoísmo, por el COMPARTIR y la COOPERACIÓN / COLABORACIÓN que son además consideradas las vías de acceso más importantes a la FELICIDAD de los individuos y de los grupos / COMUNIDADES, siendo capaces de favorecer un clima más sereno, gracias al cual se pueden apreciar mejor la belleza de las relaciones y el respeto al medio ambiente.

La “Economía Colaborativa” cada día gana más adeptos, la cual se basa en prestar, alquilar, comprar o vender productos en función de necesidades específicas y no tanto en beneficios económicos.

Dentro de las “Características de las Empresas que operan bajo el modelo de la Economía Colaborativa”, las empresas podrían definirse a través de cuatro características:

  1. Utilizan la tecnología de la información, típicamente disponible a través de plataformas basadas en la web, como las “aplicaciones” móviles en dispositivos de acceso a internet, para facilitar las transacciones entre pares.
  2. Confían en los sistemas de calificación basados en el usuario para el control de calidad, lo que garantiza un nivel de confianza entre los consumidores y los proveedores de servicios que no se han encontrado previamente.
  3. Ofrecen a los trabajadores que brindan servicios a través de plataformas de correspondencia digital flexibilidad para decidir sus horas de trabajo típicas.
  4. En la medida en que las herramientas y los activos son necesarios para proporcionar un servicio, las empresas de correspondencia digital confían en que los trabajadores usen los suyos.

Ahora, también podemos encontrar “Tipos de Economía Colaborativa”, vale decir, el concepto es mucho más amplio de lo que parece en un principio. Dentro del propio sistema de colaboración, también denominado “Economía Colaborativa”, existen varios tipos de relaciones que varían en función de las necesidades y los productos.

  • Consumo Colaborativo: Utiliza plataformas digitales a través de las cuales los usuarios se ponen en contacto para intercambiar bienes o artículos, casi todos de forma gratuita y altruista.
  • Conocimiento Abierto: Son todas aquellas modalidades que promueven la difusión del conocimiento sin barreras legales o administrativas. Pueden presentarse en el día a día o a través de plataformas informáticas a las que acuden usuarios con necesidades.
  • Producción Colaborativa: Se trata de redes de interacción digital que promueven la difusión de proyectos o servicios de todo tipo. La diferencia con los dos tipos de economía colaborativa anteriores, es que lo que se ofrece también se produce en el seno de estas células.
  • Finanzas Colaborativas: Microcréditos, préstamos, ahorros, donaciones y vías de financiación se incluyen en este subgrupo de la economía colaborativa. Los usuarios se ponen en contacto para satisfacer necesidades en cualquiera de estos aspectos. El mejor ejemplo lo vemos en el “crowdfunding”, modelo de financiación para aquellos que deseen aportar capital a ciertas iniciativas de forma desinteresada.

Dentro de los “principales beneficios del consumo colaborativo”, algunas de las más destacables son:

  • El Ahorro: La mayoría de productos o servicios que se ofrecen a través de este sistema tiene precios módicos o, incluso, simbólicos.
  • Desarrollo Sostenible: La Economía Colaborativa estimula el segundo uso de los productos. Lo que alguien ya no necesita, puede tener un nuevo destinatario en alguna red de contactos. Se aboga por un consumo moderado.
  • Gestión de Recursos: Otro principio de la Economía Colaborativa es que si a alguien sirve una cosa, lo más probable es que a otra persona también ¿Por qué no compartirlo? El mejor ejemplo son los coches de carretera, que pueden servir para llevar a carios pasajeros con destinos próximos.
  • Mayor Oferta: Los productos con un segundo uso y los servicios compartidos amplían la oferta de los mercados tradicionales. Sin la economía colaborativa, es posible que éstos nunca vieran la luz.
  • Beneficio Medioambiental: La reutilización y los servicios compartidos son una buena manera de contribuir al cuidado y la sostenibilidad de los entornos.

No cabe duda que estas nuevas tecnologías de actividad económica entre pares son herramientas potencialmente poderosas para construir un movimiento social centrado en prácticas genuinas de intercambio y cooperación en la producción y consumo de bienes y servicios. Pero alcanzar ese potencial requeriría democratizar la propiedad y la gobernanza de las plataformas de Economía Colaborativa.

Ahora bien, sabemos que la Economía Colaborativa:

  • Es un Modelo Cooperativo, ya que se basa en la colaboración mutua: Tú tienes algo que yo necesito y viceversa. Las plataformas tecnológicas nos permiten encontrarnos y ambos salimos beneficiados.
  • Es un Modelo Disruptivo: Esto quiere decir que rompe esquemas, cambia las estructuras y plantea nuevas perspectivas. Tan cierta es esta afirmación, que varios expertos han dicho que este modelo está cambiando la manera de entender la propiedad y el consumo. No es una moda, sino una nueva manera de ubicarte frente al mundo.
  • Es un Modelo Sostenible: Esto significa que la Economía Colaborativa contribuye al consumo razonable y hace accesible los bienes y servicios a todos. Hay menor desperdicio y esto se traduce en un comportamiento más responsable con el medio ambiente. Las cosas ya no se tiran, ni se dejan durmiendo el sueño de los justos en algún cuarto olvidado. Ahora los bienes se prestan, se alquilan, se comparten o se rotan vendiéndolos.

Por tanto, podríamos decir que dado que la Economía Colaborativa se refleja en diferentes principios y patrones, que vienen a ser los “Pilares de la Economía Colaborativa”, de esta nueva forma de entender el mundo, los más importantes son:

  • En la Economía Colaborativa lo fundamental ya no es poseer los bienes, sino “tener acceso a ellos” para tener una necesidad específica y temporal. Para disfrutar de algo no tienes que comprarlo, puedes arrendarlos, compartirlo o intercambiarlo.
  • La Comunidad es un factor crucial. Con la Economía Colaborativa se trasciende el individualismo, que solamente funciona para quienes tienen recursos de sobra. El formar parte de una comunidad y hacer circular los bienes y servicios a través de ella, se ha convertido en una manera inteligente de potenciar los recursos con los que cada uno cuenta.
  • El Prestigio vale más que el dinero. La Economía Colaborativa funciona gracias a la meritocracia. Cada miembro de la comunidad obtiene una calificación de los otros usuarios. De esa calificación depende que los demás hagan o no transacciones con él.
  • La Tecnología aproxima y permite romper barreras. Las plataformas tecnológicas son el corazón mismo de la Economía Colaborativa. A través de ellas se pueden realizar compras, ventas, rentas o intercambios de bienes y servicios a cualquier hora y desde cualquier lugar del planeta.
  • La Economía Colaborativa es aplicable a cualquier rama. Se trata de un esquema universal, que cada vez cobija a más actividades económicas.

CONCLUSIONES.

Así, podemos concluir que COMPARTIR permite ser más eficiente y optimizar los recursos, facilitando el acceso a mayor cantidad de personas con iguales o parecidas necesidades y problemas (y aún así, vemos como el COMPARTIR es frenado por leyes de Copyright, que ve amenazada sus ganancias, a partir de pequeñas ganancias por parte del efecto de COMPARTIR).

Por su parte, la COLABORACIÓN permite accede a mayor cantidad de recursos, conocimientos y recompensas cuando se trata de competir por recursos finitos, y cuando se habla de poder realizar actividades, proyectos, …, la COLABORACIÓN permite incrementar las habilidades y potencialidades de la INTELIGENCIA COLECTIVA que se genera. Se le considera a la COLABORACIÓN como aspecto intrínseco de la sociedad humana, siendo aplicado a ciencia, arte, negocios , relacionado siempre con términos como COORDINACIÓN Y COOPERACIÓN.

Hemos visto como, sustituyéndose a la competencia, a la avidez y al egoísmo, el COMPARTIR y la COOPERACIÓN / COLABORACIÓN son además consideradas las vías de acceso más importantes a la FELICIDAD de los individuos y de los grupos / COMUNIDADES, siendo capaces de favorecer un clima más sereno, gracias al cual se pueden apreciar mejor la belleza de las relaciones y el respeto al medio ambiente.

El COMPARTIR y la COLABORACIÓN ya son instancias desatadas en la sociedad a nivel global, se quiera o no, por lo que seguirán dando mucho que hablar en esta nueva era post pandemia (covid -19) con nuevas innovaciones en la forma de trabajar, producir, modelos de negocios, innovar, .. incluso, de Ser Más Feliz.

Versión en Inglés: PRONTO, Hugo Céspedes A.

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Hugo Cespedes

Emprendedor-Asesor-Mentor-Ex Profesor Universitario — .. (“Ayudo a Crear un Mundo Mejor para Todos …desde el EMPRENDIMIENTO-INNOVACIÓN-TECNOLOGÍA-ESTRATEGIA&MÁS